Esta es la cuarta parte de artículos relacionados a
COVID-19, y el tema seleccionado en base a la votación hecha en Instagram. Este
es un tema que me pareció interesante y bastante extenso de dilucidar de manera
completa, pero en pro de la brevedad trataré de no adentrarme demasiado.
Cabe recalcar de nuevo, que esta es solo mi estimación en
base a como se hacen las cosas, y como los expertos proyectan que se manejarían
mejor las cosas a futuro pero agregando el factor de principios bahá’ís.
Muchos estiman que en el mejor de los casos la siguiente
pandemia no se dará ya que las medidas de salud pública en prevención serán
mucho mejores, pero este artículo se enfocará en el evento de que esto si
ocurra o este a punto de ocurrir, y en un mundo con principios bahá’ís, es
decir: uno en el que se practiquen en gran medida las virtudes y valores sin
tomar en cuenta el grado de progreso que este haya tenido (como la disolución
de extremos de pobreza).
Bien, primero que nada hay que señalar las 3 posibles formas
de manejar una pandemia:
1 – Atravesar el fuego lo más rápido posible
Este involucra sencillamente no hacer nada, de esta forma no se paraliza el movimiento económico y se obtiene una vacunación natural a través de la exposición a la enfermedad pese a no darse tiempo de conocer siquiera las medidas más eficaces de su manejo en hospitales. En este escenario la cantidad de muertes puede ser excesivamente elevada con la ventaja de terminar la pandemia bastante rápido. Tiene otra desventaja más ya que no asegura que la inmunidad generada sea perpetua y no se vuelvan a dar olas de enfermos en el futuro. Ya que es una estrategia en la que se devalúa la vida humana, algo que no esta en línea con los principios bahá’ís, no será este el método usado.2 – Cuarentena, retraso y vacunación
En este la meta es estudiar bien la enfermedad reduciendo el número de muertes, aprendiendo a manejar la enfermedad y lograr desarrollar una vacuna. Para lograr este tiempo, se utilizan medidas de cuarentena, distanciamiento social y pruebas de laboratorio para tratar de retardar la expansión de la enfermedad. Ya que el desarrollo de la vacuna y su producción masiva es algo que puede tardar años, este método es uno que se encuentra con muchos picos de infección durante su trayecto a la meta, al mismo tiempo que es un golpe fuerte a la producción mundial llevando muchas muertes paralelas a la enfermedad o mucho sufrimiento.3 – Coordinar y exterminar
Este último método, requiere que las diferentes comunidades (o países) se sincronicen y actúen en unidad en las medidas de prevención, conteniendo la enfermedad en lugares muy aislados donde se deberá aplicar cuarentenas y parálisis de labores. La investigación sobre el modo de transmisión debe ser fuerte para saber si esto será suficiente, pero en el mejor de los casos se puede extinguir la llama de la enfermedad antes de que escale de manera desproporcionada.La reflexión
La tercera opción en la comunidad científica se ve como algo
imposible de lograr dado al nivel de unidad y camaradería desmesurada que
deberá haber entre los pueblos. Como bahá’ís cualquiera de nosotros no tardará
en señalar esta como la estrategia de oro posible solo a través de los
principios bahá’ís y las que nos va sacar de todo apuro, pero no es tan fácil
como suena.
Supongamos que una comunidad es azotada por una nueva
enfermedad, se coordina con las comunidades cercanas para limitar el transporte
entre ellos, trasladar personal medico al lugar y aplicar medidas de cuarentena
necesarias al mismo tiempo que con ayuda de las comunidades vecinas se
salvaguarda la alimentación de quienes tienen toda su maquinaria de producción
paralizada. En esta situación, en el mejor de los casos todo termine ahí, pero
también esta la posibilidad no sea tan fácil de envolver dado a que sea una
enfermedad aérea, tenga un periodo de latencia bastante largo o sea transmitida por animales o insectos ubicuos.
Ahí entraría en juego nuevamente la segunda estrategia con
una gran diferencia: nos continuaremos ayudando entre nosotros sin barreras y
sin buscar glorificaciones personales o a favor de X organización. No solo eso,
ya que nuestros principios incluyen la búsqueda de la verdad y la educación con
valores, mitigar propagación de información falsa no será tan problemático como
lo es ahora; y el seguir los lineamientos de salud pública no será tan difícil
cuando sepamos reconocer que no es solo nuestro bienestar el que esta en
riesgo, sino el de muchas otras personas vulnerables y sabremos dar la razón a
la sensatez detrás que mostraran las personas consagradas a estudiar estas
situaciones y no eructar ocurrencias de nuestra imaginación; la obediencia a
nuestras instituciones que serán guiadas por la luz de la razón serán clave
para manejar esto en la mejor forma posible.
Claro, todo esto es una estimación de algo que será mejor de
lo que podemos imaginar. En Palabras de Shogi Effendi extraídas de “El
desenvolvimiento de la Civilización Mundial”:
"¿Quién puede dudar de que la madurez de la raza humana habrá de señalar, a su vez, el comienzo de una civilización mundial que ningún ojo mortal nunca ha contemplado o mente humana concebido?... ¿Quién puede vislumbrar los dominios por el qué el espíritu humano, vitalizado por la radiante luz de Bahá’u’lláh, brillando en plenitud de gloria, pueda descubrir?"