La
psicología actual señala que las personas con diferencias opuestas pueden
polarizarse aún más al evidenciar hechos (entiéndase hechos como un enunciado con fundamento y no una acción). En este
caso me refiero a desafiar las creencias de otros con el cumplimiento de
promesas en los libros sagrados pasados. Tiempo atrás se realizó un experimento
que ejemplifica esto a perfección:
En un grupo de gente las cuales la mitad apoya
el calentamiento global y la otra mitad no lo hacen, se les presento como hecho
científico que el calentamiento no presentaba ningún peligro a la humanidad. El
razonamiento lógico sería que la mitad que apoya el calentamiento global se
convertiría al grupo de los que no lo apoya, pero el resultado fue negativo: el
grupo que apoya se negó a creer el hecho presentado, y el grupo que no lo hace
se apegaron más a su convicción.
De manera inversa, se realizó el mismo
experimento con otro grupo similar, solo que a estos se les presento como hecho
que el calentamiento global era una amenaza más fuerte y próxima de lo que se
había anticipado. Nuevamente, el resultado repitió, polarizando aún más a los
grupos.
Esto da
lugar a preguntarnos ¿Cómo esto afecta la forma de enseñar la Fe de Bahá’u’lláh?
O ¿Dicen algo similar los Escritos divinos respecto a esto?
Para
cualquier Bahá’í, o persona que busque la verdad desapasionadamente, le resulta
iluminador leer libros como El Ladrón en
la noche, donde se evidencia con hechos como Bahá’u’lláh es el mensajero
para esta nueva época al cumplir las profecías de las religiones principales,
pero así como recalca la Biblia constantemente “quien tienen ojos y no ven y
quienes oído y no escuchan” o como el Dios revela en el Corán “…No son los ojos
los que se vuelven ciegos, sino que se vuelven ciegos los corazones que
encierran los pechos”.
Si Dios es
luz ¿Al presentarse los hechos no habría de cegar a quien se esconde en la
lejanía de su Ser? Es decir, lanzar toda una larga letanía de hechos a quien no
está preparado para ver solo lo alejaría o lo haría voltear aún más a su
convicción de toda su vida por muy pobremente razonada que esta sea.
A la
situación podría agregarse una segunda capa de complejidad al saber que la “fe
de algo no es directamente
proporcional a la comprensión del mismo”, es decir, no es necesario saber mucho
de un tema para creer fuertemente en algo, muchas veces las personas mismas se
delatan a sí mismas al pedírseles que se expliquen en detalle porque la gente
comúnmente padece de algo llamado “Ilusión
de explicación a profundidad” y va desde cosas muy cotidianas (como el
sifón de las cañerías) hasta creencias religiosas.
Entonces, hagámonos
más preguntas ¿qué hacemos para llegar a estas personas? ¿Qué dicen los
Escritos bahá’ís? ¿Qué dice la ciencia de la psicología?
La respuesta es sencilla y convergente: debemos enfocarnos en un motivo común, algo que está a la vista de ambos lados. Los principios Bahá’ís es un buen lugar al cual dirigirse para este caso. Dios es el todo Misericordioso, el Más Poderoso y que todos somos sus hijos es un punto en común entre cualquier grupo de personas religiosas; orar, aunque no del mismo modo para todos, es parte fundamental de toda religión. La educación como algo primordial lleva al mejoramiento de la calidad de cualquier ser humano ¿No sería esto entonces de interés para todo ser humano y sus seres queridos?
La respuesta es sencilla y convergente: debemos enfocarnos en un motivo común, algo que está a la vista de ambos lados. Los principios Bahá’ís es un buen lugar al cual dirigirse para este caso. Dios es el todo Misericordioso, el Más Poderoso y que todos somos sus hijos es un punto en común entre cualquier grupo de personas religiosas; orar, aunque no del mismo modo para todos, es parte fundamental de toda religión. La educación como algo primordial lleva al mejoramiento de la calidad de cualquier ser humano ¿No sería esto entonces de interés para todo ser humano y sus seres queridos?
La
psicología indica que los seres humanos trabajan mejor cuando colaboran, cuando
llega una dificultad y se requiere del esfuerzo y conocimiento de todos para
solventarlo. Así como la Casa Universal de Justicia lo ha propuesto una “vida
en comunidad con amistades genuinas y pláticas significativas”, flanquear dicho
dilema desde este ángulo se ve más asequible que confrontar directamente y
llevar a disputas estériles.
‘Abdu’l-Bahá
lo ha señalado antes, diciendo que un buen cristiano en esencia es un buen bahá’í
siempre que lleve cabo los mandatos y enseñanzas de Dios, lo mismo para un Judío
o un Musulmán.
Espero este
artículo les haga reflexionar y les haga producir nuevos pensamientos
prometedores, recuerden, esta es solo mi opinión. Hasta la próxima.