Como todo maestro o animador sabrá, el objetivo principal de estas actividades es el desarrollo espiritual y de virtudes que culmina con el empoderamiento espiritual en la etapa de prejoven al avanzar por los libros preparados para ese programa.
¿Pero que
podemos decir al comparar los programas con los estándares pedagógicos
actuales?
Para
detallar un poco, si nos vamos a las habilidades y competencias catalogadas recientemente
como las más importantes para ser exitoso en este nuevo siglo, podemos notar
que los programas bahá’ís ya estaban a la vanguardia desde tiempo atrás.
Dichas
habilidades y competencias, conocidas también como las “cuatros Cs”, son “Colaboración”,
“Comunicación”, “Creatividad” y “Pensamiento Crítico”.
Colaboración. Con tema central como la Unidad de toda la
humanidad, la colaboración siempre ha sido una enseñanza básica, pero los
programas lo llevan un paso más allá, al volverlo practico. Dinámicas que no
pueden ser cumplidas si no es con el trabajo en equipo y actividades que
exaltan los talentos personales dentro de esfuerzos grupales.
Comunicación. Ser capaz de transmitir ideas a otros no es
tarea fácil, pero si una habilidad fundamental en todo trabajo y un requisito
para ser líder. El libro Brisas de
confirmación que se estudia con los prejóvenes es el ejemplo más prominente
de esto, pero este desarrollo viene desde la clase de niños, con la declamación
de oraciones bahá’ís las cuales usan de lenguaje muy poético y los familiariza
con palabras a las que no suelen enfrentarse a temprana edad, así como también
el espacio de dramatización y dibujo libre que presenta el Grado 2.
Creatividad. Una
habilidad holística que incluye resolver problemas, plasmar ideas en objetos
para la compresión de otros, conectar diferentes conocimientos hacia la
creación de algo nuevo. Sin pensarlo, una habilidad exacerbada por los
programas bahá’ís al enfocarse en arte y el desarrollo de talentos personales
para el beneficio de la humanidad.
Pensamiento crítico. Es el análisis objetivo de los
hechos para formar un juicio. En Palabras Ocultas señala “…Lo más amado de
todo ante Mi vista es la Justicia (…) Con su ayuda verás con tus propios ojos y
no con los ojos de otros, y conocerás con tu propio conocimiento y no mediante
el conocimiento de tu prójimo”. Es una habilidad que debe ser nutrida desde
temprana edad y no frenada con pensamientos cerrados.
A la hora
de presentar a los padres de familia estos programas, sobre todo padres de
familia intelectuales, señalar esto los vuelve aún más atractivos y los coloca
indiscutiblemente como una actividad esencial para suplementar sus actividades
escolares usuales.
No es mi
área profesional, y este artículo no pretende ser una comparativa exhaustiva; al
escribir sobre esto no espero que los actores involucrados solo se informen,
sino que lo vuelvan parte de su conciencia al desarrollar estos programas, o
programas similares.