Creo que
todo bahá’í debería de ser familiar con este estilo de estudio, no solo para sí
mismo, sino para desarrollarlo con su clase de niños o grupo prejuvenil. Puede
que algunos incluso ya lo practiquen y no sabían que era verdaderamente un
método (como fue mi caso).
Les hablo
del método de Feynman; para poder
aplicarlo, cuando enfrenten un nuevo texto o un nueva habilidad aprender solo
deben tener presente en todo momento, que deben de tratar de aprenderlo como si
después de cursar la dificultad tendrían que enseñárselo a alguien más de la
forma que le parecería más fácil y accesible; casi como si se lo fueras a
enseñar a un niño, pero al mismo tiempo debe ser en tus mismas palabras.
Para esto
es necesario visualizar y simplificar las explicaciones al unir los hechos o la mecánica interna de
cualquier fenómeno. Un profesor
universitario una vez me dijo “Una vez logres explicar a un niño cómo funciona
el ADN, verdaderamente habrás comprendido el tema” y eso es debido a que la
basé de este método es que “Si no puedes
explicarlo, es porque no lo entiendes lo suficiente bien”.
Al aplicar
este método, rápidamente se nota que es lo que uno entiende bien, pero también
lo que no, lo que te llevará a reforzar tus flaquezas, revisando el texto
original o replanteándose la idea.
Como
‘Abdu’l-Bahá sugería “Primero adquiere
conocimientos, y cuando alcances la convicción, ponlo en práctica.”1
Como bahá’í, a no ser que el tema estudiado no lo permita, enseñar a otros
sobre cualquier cosa estudiada por uno mismo es una forma de practicar lo
aprendido.
Como una
persona que ha usado este método desde temprana edad, puedo respaldarlo con mi
propia vida ya que me ha dado excelentes resultados, no solo eso; al
desarrollarlo con niños es un método que desarrolla las Cuatro Cs de las que hable en otro artículo. Es tan efectivo
que no tarda en volverse la forma de
pensar por defecto.
Una forma
de implementarlo, es sugerirles a los niños conforme avancen en su razonamiento
"¿Cómo lo explicarías a un niño más pequeño? ¿A sus padres? ¿A sus
compañeros de clase?". Pruébenlo ustedes mismos, y será más fácil explicar
a los niños, solo recuerden explicarlo a la luz de los Escritos, o ayudándose
de las explicaciones que daba 'Abdu’l-Bahá mismo, las cuales son en lenguaje
más sencillo y comprensible.
Referencias:
1. 1999.
‘Abdu’l-Bahá en Londres. Página 107