Mi perspectiva en los trabajos de tesis




Sin ponernos muy técnicos, en este artículo me refiero a la tesis como el ensayo que se prepara en la mayoría de estudios universitarios para poder titularse, y para muchas personas que conozco que la realizar o realizaran en un futuro: una molestia.
Cualquiera debe haberse topado ya con más de un chiste o meme referente a lo difícil que puede ser, o la barrera que suele imponer a unos para lograr graduarse, tanto que no puedo evitar notar la mala reputación que se ha ganado entre mis amigos, aquí en América Latina. Quien sabe, tal vez sencillamente no me he topado con el círculo correcto de personas que piense de manera diferente.



Para los Bahá’ís, podría ser fácil de categorizar dicho trabajo de la misma manera negativa ya que esa parece ser la moda. Pero nuestras enseñanzas nos dicen lo contrario:
“Haced todo esfuerzo por adquirir conocimiento avanzado de la época y esforzaos por llevar adelante la civilización divina.“
Una tabla traducida del persa de Abdu’l-Bahá. ARTE página 16

Pero si la sociedad nos lleva a desestimar la importancia de la tesis, puede que no veamos esta como el medio para adquirir un conocimiento avanzado ni algo que nos ayude a llevar adelante la civilización divina.
Con este artículo pretendo dar un vistazo más profundo a la tesis, eliminar los mitos que hay alrededor de este tipo de trabajos, y motivarte como investigador de la verdad a realizar una excelente tesis:

Mito: Desarrollar una tesis es muy difícil

La dificultad en mi opinión es cuestión de perspectiva. A veces una tesis puede involucrar mucho trabajo, pero mucho trabajo no es lo mismo que trabajo difícil. Si sabes organizar tus ideas esto no debería ser un problema.
Es cuestión de amar la carrera en la que te estas educando, si quieren un ejemplo análogo, les planteo el siguiente:
Hay una serie de televisión que te encanta, pero escuchas una crítica que ataca duramente unos puntos que tú sabes que están equivocados, como personajes muy planos, una historia poco profunda o una torpe ambientación de escenario.  ¿Qué haces? Como todo fanático que conoce revés y derecho dicha serie, señalas escenas y capítulos en concreto que demuestran que los personajes tienen muchas capas de complejidad, y que la historia toca temas muy profundos; aunque tal vez termines cediendo a que realmente hubieron unas malas decisiones de ambientación.
¿Tienes idea de que acabas de hacer ahí? Al groso modo hiciste una tesis: la crítica sería la hipótesis, los señalamientos serian tus referencias bibliográficas, que a su vez terminan respaldando las ideas que correlacionaste, y cuando cediste a ideas con las que tal vez no estabas de acuerdo, lograste una profunda conclusión.
Así que si amas la carrera que elegiste, no debe ser difícil encontrar una idea por la que quieras luchar demostrar lo que sabes y así lograr nuevo conocimiento.

Mito: La tesis solo es una barrera para conseguir el título, ya en ese punto uno no necesitaría hacerlo.

Años después de haberme graduado he cambiado grandemente mi perspectiva sobre esto. En un inicio lo veía como algo necesario porque obliga a demostrar parte de lo aprendido durante la carrera; ahora me he dado cuenta que es mucho más que eso: es la base de la ciencia misma, la base de la carrera que elijas.
No me refiero a esto último como algo que deba ejercerse en el primer año de estudio, sino como algo que tiene raíces en todo lo que estudiamos en el pensum de cada carrera. Cada descubrimiento, cada hallazgo, cada avance fue a raíz de una tesis.
¿Cómo sabemos de la importancia de las vitaminas? Una tesis ¿Cómo sabemos que como se forma un circuito eléctrico? Una tesis ¿Cómo sabemos que estamos hechos de átomos? Una tesis. Lo que encuentres en los libros de texto (que sean confiables) ha sido respaldado por estudios que han demostrado las conclusiones a las que se han llegado, aunque muchas veces estas dejen puertas abiertas a una nueva tesis que rellene los espacios en blanco y de lugar a una nueva conclusión.

Mito: La tesis debe llegar a una conclusión relevante

Algunas universidades no son muy exigentes con esto y permiten tesis que redunden dentro de la información conocida a fin comprobar dichos hechos (la cual es una de las bases del método científico, el poder llegar a la misma conclusión repitiendo el estudio de alguien más bajo condiciones similares), no veo nada de malo en eso; pero tampoco pienso que sea difícil desarrollar una pequeña tesis que lleve a un conocimiento significativo.
En mi tiempo de estudiante, recuerdo bien haberme topado con una noticia del campus: un Doctor hizo un estudio (tesis) sobre los efectos nutricionales sobre la papilla de ayote artesanal como alimento para bebes. La tesis concluyo en que una preparación cuidadosa usando una fruta local y de bajo costo generaría una mejora nutricional a personas de bajos recursos. Grandes logros para un estudio bastante sencillo.
Ahí me pego, supe que una tesis no debía buscar descifrar el genoma humano para lograr un impacto significativo en la humanidad.

EXTRA: Las tesis algunas veces se equivocan

No todas las tesis han sido útiles, pero cabe señalar que ha habido equivocaciones que han tenido graves repercusiones en la sociedad al volverse conocimiento popular, como profesionales o estudiantes, se debe estar alerta de ellas. Algunos casos en concreto: las vitaminas como remedio a todo, la espinaca como alimento alto en hierro, los lobos alfa. Investíguenlos, será divertido.
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Conclusión

En fin, con este breve escrito, espero haberles ayudado a reflexionar lo importante y útiles que han sido las tesis para la humanidad, y que lo seguirán siendo por mucho tiempo; si eres un estudiante o ya un profesional, debes defender las tesis y ayudar a inspirar a otros a hacer su mayor esfuerzo en ellas.
Para terminar de motivarlos, les dejo estas palabras de educación Bahá’í:
 “Sed en este país la vanguardia de las perfecciones de la humanidad; impulsad las diferentes ramas del conocimiento, sed activos y progresistas en el campo de las invenciones”
Selección de los Escritos de Abdu’l-Bahá. EBILA. Buenos Aires. 1987. Sec. 102; pág. 130.